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Salir del trauma. El trabajo conjunto de las emociones positivas con las negativas

Actualizado: 10 jul 2023

Históricamente, el estudio de las emociones se ha considerado como algo irrelevante para la ciencia, concretamente las emociones positivas. Afortunadamente, esta tendencia se ha modificado en los últimos años y la neurociencia ha desarrollado un especial interés por estudiar la función adaptativa de las emociones positivas. Cuando sobreviene el desamor, el conflicto, el trauma lo más habitual que esa persona deba trabajar en terapia psicológica ese problema. También es importante que más allá del trabajo terapéutico que todos podemos hacer, nos conectemos con las emociones positivas en nuestra vida diaria y no sólo en el momento que asistimos a la sesión psicológica.


Voy a contarles el caso de Serena, una paciente que he cambiado el nombre pero que ha permitido que comparta esto en el blog, ya que considera que podría ser útil para otras personas. Serena es la segunda de tres hermanas y en su casa jamás la felicitaron por las cosas que hacía bien. Esto resulta curioso ya que Serena pasó una adolescencia donde se destacaba como buena estudiante y encontraba que asistir al colegio y al liceo eran como un bálsamo para su vida, ya que diariamente en su casa sufría maltrato psicológico y físico de su madre y maltrato físico de su padre. En el caso de su madre, su violencia se potenciaba en una verbalidad agresiva y de vez en cuando, repetía violencia física emulando a su padre. En el caso de su padre, la violencia era brutal, descarnada y estaba especialmente apuntado a ella, que no se caracterizaba por ser hacendosa en las tareas domésticas. No voy a describir aquí los castigos que el padre de Serena le properían porque no me parece que contribuya el morbo. Sólo voy a mencionar que cada vez que ella no recogía bien la mesa, o no terminaba el plato de ensalada de cebolla que obligaba comer a sus hijas, el señor actuaba agresivamente con ella, de una forma descarnada y hasta peligrosa. Como toda violencia que se ejercía, su madre permitía los actos violentos de su padre y los reproducía cuando él no estaba. Su vínculo con su padre terminó con la muerte de este a sus trece años y su madre pasó a ser la tirana. Mientras su padre vivía, su madre era la menos violenta de los dos pero aún así, Serena recuerda que una vez estaba haciendo un dibujo para la escuela, y su madre le controlaba los deberes, entonces le dijo que ya estaban bien los girasoles que había dibujado pero Serena, que era una niña muy obsesiva y perfeccionista, borró y quiso mejorar su dibujo, a lo cual su madre reaccionó dando la cabeza de Serena contra la mesa, insultándola y obligandola a dejar el dibujo tal como estaba. Sin duda el estrés es un asunto que acontece en los padres y madres de toda época pero reaccionar con violencia ante cada actitud perfeccionista de nuestros hijos no es la solución. Así creció Serena, siendo una de las mejores de la clase, teniendo un bonito grupo de amigas, a las que solía ir seguido a sus casas porque las sentía un paraíso frente al infierno que sentía en su casa, llegando a la Universidad, recibiendose con honores como socióloga y casandose con un hombre que fue un maltratador psicológico y discolo. Tras unos años, tuvo la valentía de separarse con dos hijos pequeños y en esa búsqueda, Serena se dio cuenta que antes de su marido, sus parejas eran infieles, indiferentes, no la reconocían y escarbando en sus años en terapia, se dio cuenta que simplemente reproducía el modelo familiar.


Serena no es un caso aislado. Hay una gran cantidad de Serenas que crecieron pos dictadura y que en sus familias naturalizaron la violencia y que luego a la hora de elegir sus parejas, repitieron el mismo modelo que padecieron en su infancia. Por otro lado, se suele hablar de violencia intrafamiliar como proveniente únicamente del hombre y en realidad, mucha de la violencia surge de los dos progenitores. La sociedad no quiere ver este tema, le duele, le interpela, le conecta con la peor versión de sus ciudadanos. La terapia psicológica es imprescindible en estos casos y hacer algún curso que nos conecte con nuestro valor y autoestima también resulta muy útil. Porque a veces en la terapia, reconocemos lo que nos está pasando, lo que nos pasó y lo que no queremos que pase más pero nos cuesta cambiar de actitud. Adquirimos conciencia pero nos cuesta el paso al acto.


Por otro lado, cuando una pareja o familia se enfrenta a emociones negativas como la ira, el miedo, la furia, el desprecio y la indiferencia, los niños que crecen en esos hogares suelen sufrir una especie de amnesia, lo que implica negar lo malo y recordar únicamente lo bueno de sus progenitores. A su vez, en una misma familia puede haber algún memorioso, como es el caso de Serena y eso la transforma en la oveja negra de la familia, la que va a ser excluida, despreciada y no escuchada porque lo que tiene que decir duele, lastima y no gusta. Tras la muerte de su padre, toda su familia, sus hermanas y madre utilizaron el olvido. Ni su madre quiso recordar que fue una mujer golpeada y repitió ese modelo contra sus hijas ni sus hermanas quieren recordar que su padre era maltratador físico. Serena hizo años de terapia psicológica, quiso conversar este tema en su familia pero esas emociones negativas fueron negadas por su familia. No interesan y le recomendaron mejor olvidar y pasar página. La trataron de "loca", "traumada", "problemática" y ninguna de sus tres hermanas vio alguna similitud entre parejas tóxicas que habían tenido con maltrato físico y psicológico, ni encontrar ninguna similitud con la existencia de violencia en la familia. Así que Serena tuvo que abrazarles y aceptar, aunque con mucho dolor porque ella buscaba reflexionar y hablar de ese tema para que no se repitiera la historia en las siguientes generaciones.



Las emociones son respuestas de origen fisiológico con una finalidad adaptativa para el ser humano y se manifiestan a través de la expresión facial, la experiencia subjetiva y el procesamiento de la información. Las expresiones de las hermanas de Serena cada vez que la ven es de desdén, de silencio y de miradas de reprobación. A su vez, los dos hijos de Serena fueron excluidos de la familia también. Las hermanas muestran un aparente interés que se difumina en cuanto Serena les pide alguna ayuda, como pasarlos a buscar por algún lugar o simplemente cuando les invita a su casa y sus hermanas nunca están disponibles pese a que una no tiene hijos y las otras dos tienen hijos en edad adulta.


Entonces ante estos hechos, Serena debe lidiar con su aparato emocional. Las emociones tienen la característica de ser intensas, pero se producen de forma breve, es decir, no duran excesivamente, y surgen ante la evaluación de un estímulo que antecede.En este momento, resulta una tendencia encontrarnos en un mundo donde proliferan las emociones negativas como la ira, el miedo, el enfado, la deshonestidad. Las personas se dividen entre esas personas que se centran en las emociones negativas y así sufren, no superan ese pasado de dolor y por otro lado surge un grupo de gente que olvida y se centra en potenciar sus emociones positivas. Así es el caso de la familia de Serena, niegan lo malo y se conectan con un futuro donde no existe ese padre maltratador y la madre maltratadora deja de serlo al no tener a su marido que la lleva a repetir la violencia. Desde la perspectiva de las hermanas y madre de Serena, ella es la conflictiva que no puede superar su pasado de violencia. No se ponen a pensar que ellas fueron maltratadoras con sus hijos y con sus parejas y también recibieron violencia de ellos. En ningún momento, aflora la empatía en ellas para reconocer que lo que le sucede a Serena, también les ocurrió a ellas.


Tras décadas de enfrentamientos, finalmente Serena decide seguir los estudios de neurociencia que aprendió en cursos y decide conectarse con sus emociones positivas que la conduce más al futuro. Sinceramente la indiferencia y desprecio de su familia ante su necesidad de hablar sobre lo que les pasó, le duele pero se da cuenta también que parcialmente, sus torturadoras psicológicas tienen algo de razón. Serena no puede vivir recordando lo que le pasó, debe dejarlo atrás y seguir adelante.


De esta manera, Serena comienza a gestionar todo lo que sucede en su sistema límbico. Las emociones son una característica propia de la fisiología, por lo tanto, biológicamente tienen como lugar de residencia el sistema límbico y las neuronas que se encuentran allí son las responsables de su gestión.


El sistema límbico recoge una serie de estructuras implicadas en las emociones:

• Hipocampo.

• Circunvalación del cuerpo calloso.

• Tálamo anterior.

• Amígdala.


La amígdala cumple muchas funciones, ahora bien, su característica principal estriba en que es el núcleo de las emociones. Cuando se lesiona la amígdala queda bloqueada la capacidad emocional. Hay una enorme cantidad de conexiones neuronales entre las estructuras que se encuentran en el cerebro reptiliano y aquellas que se encuentran en la neocorteza. Eso permite que se comuniquen de forma inmediata.


Cuando pensamos algo que nos angustia o alegra suele estar vinculado a una emoción que lleva a su vez a una conducta, a que actuemos de una determinada manera, de forma inteligente o de forma torpe o impulsiva. Por tanto, pensamiento-emoción-conducta suele ser una cuestión inseparable.


Cuando una persona siente alegría la forma de sus respuestas puede ser expresada de distintos modos, como puede ser saltar de alegría, bromear, brindar ayuda, planificar el futuro, conocer gente, explorar el entorno.



El papel que ejercen las emociones positivas no están encaminados a una supervivencia

inmediata sino más bien al establecimiento de la motivación necesaria para lograr metas a corto, medio y largo plazo, por lo tanto, son fundamentales para la autodirección.


Bárbara Fredrickson es una de las autoras que ha investigado sobre el papel de las emociones positivas y su valor adaptativo. Esta investigadora considera que las emociones como la alegría, entusiasmo,satisfacción, orgullo tienen un origen distinto pero

tienen una finalidad común consistente en la búsqueda de los recursos psicológicos y sociales necesarios para acontecimientos futuros.


Las emociones positivas suponen experiencias agradables para el ser humano a corto plazo, pero tienen efectos muy productivos a largo plazo porque prepara al ser humano para acontecimientos venideros. Cuando una persona experimenta alegría se vuelve

mucho más creativa y experimental, de tal modo que encamina su cognición y conducta hacia el desarrollo y el entrenamiento de habilidades físicas(fuerza, resistencia, precisión), habilidades psicológicas e intelectuales(comprensión de normas, memoria, autocontrol) y habilidades sociales(relaciones de amistad y de apoyo).


Las emociones positivas trabajan de forma colaborativa con las negativas para ambas conformar el desarrollo del entorno evolutivo. Las emociones negativas tienen como finalidad resolver problemas para la supervivencia inmediata porque guardan relación con respuestas concretas que se producen de forma inmediata, mientras que las emociones positivas tienen como finalidad encaminar la conducta hacia el desarrollo, la

autodirección y las relaciones sociales. En otras palabras, las emociones negativas reducen la cantidad de respuestas posibles y las emociones positivas amplían la cantidad de respuestas posibles.


Para aclarar más lo dicho en líneas anteriores, las emociones positivas permiten producir las condiciones necesarias para que el ser humano genere las habilidades físicas necesarias para superar cualquier tipo de adversidad, las habilidades psicológicas para descubrir y crear posibilidades de resolución de problemas y las habilidades sociales necesarias para el establecimiento de relaciones interpersonales.


Las emociones positivas predicen un proceso de pensamiento flexible, del mismo modo que el pensamiento flexible predice emociones positivas futuras. Por lo tanto, esto significa que las emociones positivas producen una flexibilidad cognitiva lo suficientemente grande como para generar respuestas creativas y resolutivas.


En el mismo orden de cuestiones, se ha podido observar que las emociones positivas son un factor protector frente a enfermedades y trastornos mentales, puesto que las personas que se autoperciben como felices graban y recuerdan mejor la información relacionada con la salud mental y física, todo ello explicado por la importancia del sistema límbico y de la amígdala.


Ante esa realidad pasada, Serena siguió sus sesiones de terapia psicológica, realizó una constelación familiar y ante la negativa de su familia de reconocer el origen de cierta reactividad en las conversaciones, tuvo que apelar a su resiliencia. No quiso negar lo que le había pasado pero tuvo que perdonar a su padre, a su madre y hasta a sus propios hermanas que la tildaban de "loca", "demasiado negativa", "muy profunda" por querer que se hable del tema de violencia que vivió la familia.


La resiliencia resultó fundamental para Serena y entonces dejó de estar alerta ante los hombres que se le acercaban y repetían el modelo autoritario y agresivo de su padre, se volvió a enamorar y hoy es una directiva de éxito y una madre cariñosa y responsable.


Cuando Serena accedió a la resiliencia que estaba en ella, fue capaz de no hundirse cuando se encontró ante una adversidad, incluso fue capaz de sentir emociones positivas ante situaciones complicadas.Todo ello la encaminó hacia una mayor capacidad de adaptación y una disminución de los niveles de ansiedad y neuroticismo. El Neuroticismo es un rasgo de la personalidad que describe la tendencia a experimentar afectos negativos. Sus niveles elevados inciden en los sistemas de salud y generan importantes costos económicos.


Si Serena se hubiera dejado llevar por su historia de vida, por haber sido una niña maltratada, con una madre negligente y violenta y un padre violento y autoritario y unas hermanas indiferentes y poco empáticas, seguramente le hubiera venido la desazón. Un estado afectivo negativo encamina hacia un pensamiento centrado en el pesimismo, lo que a su vez lleva a un estado circular de influencia recíproca que puede concluir con la incapacidad de actuación. En cambio, si buscas el lado positivo de un evento complicado, los estados emocionales positivos y sus sensaciones experimentadas dan lugar a una forma de pensamiento abierto, integrador, creativo y flexible.


Las emociones positivas son el tipo de emoción que se identifica más rápido y permite a la persona centrarse en el pasado, presente y futuro. Se saben que las emociones positivas

se pueden relacionar con momentos temporales distintos (Vecina, 2006).


Emociones positivas pasadas:

- Satisfacción.

- Complacencia.

- Realización personal.

- Orgullo.


Emociones positivas presentes:

- Alegría.

- Éxtasis.

- Tranquilidad.

- Entusiasmo.

- Euforia.

- Placer.

- Elevación.

- Fluidez.


Emociones positivas futuras:

- Optimismo.

- Esperanza.

- Fe.

- Confianza.


Frente a experiencias negativas de nuestra vida, pueden surgir emociones

transformadoras. Así como le pasó a Victor Frankl en el campo de concentración, él eligió no apegarse a eso horrendo que le estaba pasando y se imaginó dando conferencias y saliendo de ahí. En el caso de Serena ocurrió lo mismo, algo nefasto como la violencia lo transformó en perdón y hasta compasión hacia esa familia violenta y poco misericordiosa.


De alguna manera, Serena se elevó por encima de todo eso horrible que le pasó. La emoción de la elevación se origina ante la presencia de actos que reflejan bondad y está encaminada a las buenas acciones. La experiencia de la elevación encamina al ser humano hacia la cooperación y la ayuda a los demás, reportando enormes beneficios psicológicos y sociales.


Esta emoción aporta información muy útil para la Neuroeconomía porque aquellas personas la experimentan tienden a pasar a la acción y colaborar con los demás, teniendo sentimientos de orgullo y satisfacción por ello. Al mismo tiempo, las personas que son ayudadas experimentan emociones positivas como gratitud, pero aquellas que

solo son testigos de esa relación de ayuda también pueden experimentar elevación.


Todo aquello que nos sucede de forma adversa podemos relacionarlo con la economía, estableciendo una comparación con lo sucedido en el mercado de valores o la bolsa. Los inversores saben que ante situación de bajada de los mercados no es una buena opción retirar el dinero porque experimentarán grandes pérdidas, sin embargo, si aguardan más

tiempo y controlan la ansiedad de la situación, podrán mantener su dinero hasta el aumento de la cotización de sus acciones en el mercado de valores, recogiendo

las ganancias. La presencia de emociones positivas ante situaciones conflictivas permite el desarrollo de acciones futuras y se muestran como un ingrediente activo esencial que, además de permitir no caer en estados emocionales negativos, también contribuyen en

el incremento de los estados afectivos adecuados para afrontar las situaciones. Sobre parte del manejo emocional y ser ágiles emocionalmente trataremos en el próximo curso Agilidad emocional que comienza el 1 de agosto y puedes saber más AQUÍ



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