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Entre el cerebro, los emoticons, los influencers y el desafío de crear mejores conexiones

Tenemos los cinco sentidos que nos permiten procesar la información que recibimos del exterior. Vivimos en un mundo donde una imagen vale más que mil palabras pero aún así los influencers nos aturden con discursos repetitivos desde sus vídeos y emoticons donde la apariencia gana a la realidad. Pero qué es la realidad sino una mera entelequia porque cada uno crea su propia verdad, que es tan particular como la cantidad de programas que tengamos.


Recientemente una influencer de las miles que hay en Instagram filmaba uno de sus tutoriales con su bebé recién nacido. Se podía ver la incomodidad del bebé pero ella seguía sus explicaciones mientras sus seguidores le preguntaban o la elogiaban. Hace poco una panelista de un programa de televisión filmó su quebradura mientras hacía gimnasia. Tanta información le están dando esta gente a su cerebro al mismo tiempo, que no debe extrañar que haya momentos que busquen el silencio o cierren sus cuentas de Twitter o Instagram porque el nuevo mundo propone un gran esfuerzo para nuestro cerebro, este mundo visual, del placer y del instante, nos lleva a crear millones de conexiones cada segundo. ¿Todas placenteras?




¿Qué ha llevado a las personas a querer compartir todo lo que les sucede y algunos hasta sin quedarse con algo privado para ellos? Lo mejor de todo que detrás de esa imagen de fortaleza, desparpajo y audacia que esconden algunos influencers se esconde un miedo descomunal a no ser queridos. Cada vez que un seguidor los critica, algunas figuras alegan "acoso" y "hostigamiento" cuando ellos mismos buscaron la aprobación constante de sus seguidores, poniendo fotos de cada momento que pasan, vendiendo marcas desde sus perfiles e incluso mostrando sus sentires y si es necesario todo su cuerpo. Esta delgada línea entre lo íntimo, lo privado y lo público ha sido caldo para la proliferación de voyeurs y exhibicionistas. Justamente los que se apartan de las redes sociales, parecen darles más descanso a sus cerebros pero casi nadie está exento ya de estar en Instagram o YouTube. Parece que si no estás, ya no existes. El problema no es Facebook, Twitter, Linkedin, Instagram o YouTube, el tema es cómo los usas.


La gente no ha creado este hábito de mostrarse o mirar desde la nada sino que todos estos hábitos vienen conducidos por programas anteriores que hacen que entremos en el juego o no. Nadie cambia pensando en el presente o en las circunstancias actuales, sino que son nuestros programas los que determinan que cambiemos o no. Para el cerebro, es más fácil crear un nuevo hábito que cambiar un hábito nocivo porque la conexión sináptica entre neuronas ha creado un cable grueso, difícil de romper. Si quieres dejar de fumar o dejar de salir con gente incorrecta, lo mejor es que dejes de pensar en dejar de fumar y la gente incorrecta y comiences a pensar en tener una vida sana y salir con gente positiva y que te aporte felicidad.

Desde la Programación Neurolingüística sabemos que cada uno de nosotros tenemos un mapa mental, y cada mapa es moldeado por un pensamiento, emoción, sonido, idea y experiencia durante toda nuestra vida. Cada día recibimos millones de bits de información por nuestros cinco sentidos a cada segundo, al mismo tiempo que se procesan datos internos muy complejos.


La realidad es tan diversa como los distintos mapas del mundo que tenemos cada uno de nosotros. Conozco gente que ante una nueva crisis, saca todo su potencial y apela a su creatividad, busca ver el lado maravilloso de las cosas aún en los momentos de tinieblas. Conozco otra gente, acostumbrada a que le resuelvan todo, le den trabajo, le decoren la casa, le compren todo lo que necesita que ante un cambio en esa vida cómoda, deciden pensar que el mundo es miserable y que también los otros deben sacarlo de su depresión. Todo está relacionado con nuestros programas mentales, esos que forman el disco duro de nuestro cerebro y posiblemente fue nuestra mente, nuestro software, la que los ayudó a crear.


Cada vez que alguien positivo sufre un obstáculo, ya sea la pérdida de dinero, la ruina de su empresa, la separación de su pareja, tenderá a buscar la evidencia que el mundo tiene algo nuevo y positivo para darle. Porque las respuestas sobre la vida y sus percepciones automáticas están conducidas por como están cableados tus mapas. Tus hábitos obedecen a decisiones que tomaste en el pasado y que ahora son parte tuya


Si piensas que el mundo es un lugar maravilloso, tu cerebro buscará evidencia de eso y la encontrará. Tus respuestas y tus percepciones automáticas son conducidas por cómo están cableados tus mapas. La mayoría de tus hábitos están disparados por decisiones que tomaste en el pasado y que ahora son parte tuya, son un mapa. Lo cierto que es fácil crear mapas mentales para lidiar con toda la información que recibimos de los 5 sentidos, no sería posible hacerlo de otro modo, porque así seleccionamos.


El cerebro es muy diferente de otros órganos del cuerpo. Podemos poner de ejemplo nuestras articulaciones, nuestro hígado, riñones se van deteriorando a medida que pasa el tiempo. Mientras que el cerebro funciona cada vez mejor luego de ciertos años de uso. El cerebro se potencia cuanto más se usa.


El corazón, los intestinos y todos los órganos y sistemas del cuerpo poseen redes nerviosas que procesan información compleja y utilizan los datos enviados desde el cerebro. Algo que está diciendo la Neurociencia moderna es que con tu mente, tus pensamientos y emociones y lo que hagas con ellos puedes cambiar mucho de lo que quieres. Cuando tienes una experiencia, tus neuronas se activan. Lo cierto que cuanto más te conectes con lo que quieres, lo visualices, lo hagas propio, verás mejor. Una canción, una buena música, respirar, sentir el viento, alumbrarse por el sol, veces eso basta para conectar las neuronas que nos lleven a sentirnos plenos y felices. A veces no necesitamos una comunidad de millones, a veces simplemente caminar, oler el aire de la mañana, conversar con un buen amigo, jugar con nuestros hijos son pequeñas cosas para sentirnos vivos. Cuando apreciamos los regalos que nos dio la vida, ahí conectamos con la abundancia. Y los dejo con "Fresh Feeling" de los Eels, el proyecto de Mark Oliver Everett, que dispara mis mejores conexiones.






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